La Base de Rota, nuevo corazón tecnológico de la Armada española
En un momento en el que la automatización y la inteligencia artificial redibujan los contornos de la estrategia militar, la Base Naval de Rota toma una posición protagonista en la transformación operativa de la Armada española. Lo hace al acoger el nuevo Centro de Experimentación y Vehículos No Tripulados, una infraestructura que se convierte desde ya en el motor de pruebas, validación y desarrollo de sistemas autónomos destinados a operar en el ámbito marítimo.
Este centro se configura como una unidad viva, dinámica, que integra personal especializado, plataformas de prueba y un enfoque dirigido a acelerar el despliegue real de drones navales. Hablamos de aeronaves sin tripulación, buques autónomos de superficie y vehículos submarinos controlados a distancia, todos ellos concebidos para ampliar el alcance de las capacidades navales sin comprometer vidas humanas en primera línea.

Una apuesta estratégica con anclaje en el presente
Rota se convierte en un entorno de simulación realista y operativo, donde la Armada somete a ensayo sus soluciones más punteras en tecnología no tripulada. El objetivo no es solo probar que un dron funciona, sino integrarlo en el día a día de las unidades navales, que deben aprender a convivir, cooperar y coordinarse con estas plataformas de nueva generación.

El ejercicio Flotex-25 como campo de ensayo real
El centro de experimentación ha participado activamente en Flotex-25, el gran ejercicio naval que la Armada despliega este año en aguas del golfo de Cádiz y el mar de Alborán. Flotex ha sido también un laboratorio operativo donde los sistemas no tripulados son puestos a prueba bajo presión, en condiciones meteorológicas reales, con escenarios simulados de conflicto y bajo supervisión directa de mando conjunto.
Durante estos ejercicios, se ha evaluado cómo los drones navales pueden contribuir a la vigilancia avanzada, al control de tráfico marítimo hostil, a la recolección de datos o incluso a la guerra antisubmarina, sin necesidad de desplegar plataformas tripuladas en zonas sensibles.
Empresas de base tecnológica, ingenierías navales, desarrolladores de software militar y start-ups de inteligencia artificial encuentran en este programa una puerta abierta a la colaboración con Defensa.

Una visión de futuro que ya es presente
El Centro de Experimentación y Vehículos No Tripulados de Rota es una realidad que ya opera, que ya transforma los procedimientos y que promete redefinir la forma en la que se ejerce el dominio naval. A medio plazo, se prevé que los drones y unidades no tripuladas se integren en cada escuadrilla, en cada despliegue internacional, y que actúen como multiplicadores de fuerza.