Parte de la alfombra de sal de Rota, dañada tras el paso de un vehículo durante la noche
La ilusión y el esfuerzo de decenas de roteños que durante la tarde de ayer, lunes 6 de octubre, participaron en la elaboración de la gran alfombra de sal de Rota se han visto empañados en la mañana de hoy. Parte de la decoración, confeccionada con más de 7.000 kilos de sal y situada en la calle García Sánchez con motivo de la procesión de Nuestra Señora del Rosario, ha amanecido dañada tras el paso de un vehículo de pequeñas dimensiones, probablemente un patinete eléctrico o una bicicleta.
Según los primeros indicios, durante la madrugada, una persona habría circulado sobre la alfombra, dejando visibles las marcas de las ruedas y afectando al menos a siete de las plantillas del diseño, lo que ha provocado una gran indignación entre vecinos, miembros de las hermandades y voluntarios que participaron en su confección.
Un trabajo artesanal con participación vecinal
La alfombra de sal de Rota fue realizada con el esfuerzo de medio centenar de niños, jóvenes y miembros de las hermandades locales, quienes desde la tarde del lunes trabajaron de forma coordinada para elaborar este tapiz efímero que la patrona debía pisar en su procesión de este martes, 7 de octubre.
La decoración, compuesta únicamente por sal blanca y verde en honor al Año Jubilar de la Esperanza, había sido culminada entrada la noche y contaba incluso con vigilancia para garantizar su conservación hasta la salida procesional. Sin embargo, el paso del vehículo durante la madrugada ha dejado surcos en varios tramos, estropeando parte de las figuras y símbolos que la conformaban.
Indignación y tristeza en Rota por la falta de respeto
El suceso ha generado una gran indignación entre los roteños, que consideran el acto una falta de respeto hacia una tradición que se había recuperado con entusiasmo el pasado año gracias al impulso del Consejo Local de Hermandades y Cofradías.
“Da mucha pena ver cómo algo que hacemos con tanta ilusión para la Virgen y para el pueblo se destroza en una noche por una imprudencia”, lamentaba una de las voluntarias que participó en la elaboración. Otros vecinos reclamaban más vigilancia y responsabilidad cívica: “No cuesta nada respetar lo que hacemos entre todos”.
