Armada

El Atalaya P-74 de la Armada española refuerza su presencia en aguas del Estrecho

El patrullero de altura Atalaya P-74 de la Armada española fondeado frente a la bocana de la Base Naval de Rota en el marco de un despliegue operativo centrado en reforzar la seguridad marítima en áreas de interés nacional. La escala forma parte de una misión con una duración aproximada de un mes que incluye tareas de vigilancia y presencia naval en el estrecho de Gibraltar, el mar de Alborán y el Mediterráneo occidental.

El buque tiene su base en Ferrol y pertenece a la clase Serviola, compuesta por cuatro unidades. Fue construido en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Ferrol y entregado a la Armada en 1992. Con una eslora de 68,6 metros, una manga de 10 metros está propulsado por dos motores diésel que le permiten alcanzar velocidades superiores a los 20 nudos.

La dotación del Atalaya está formada por unos 45 tripulantes entre oficiales, suboficiales y marinería. A ellos se suma un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina embarcado durante las misiones que requieren capacidades adicionales de protección de la fuerza e interdicción marítima.

El armamento principal del patrullero incluye un cañón Oto Melara de 76 milímetros y varias ametralladoras de diferente calibre. Además, dispone de una cubierta de vuelo para operar con helicópteros medianos y ligeros en apoyo a las operaciones navales. Entre sus cometidos figuran el control del tráfico marítimo, la presencia en aguas de soberanía española, la cooperación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, así como actuaciones relacionadas con la protección del medio ambiente marino.

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